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Reflexiones acerca de mi identidad africano-latina

Andres DeArco reflects on Afro Latinidad
Andres DeArco reflects on Afro Latinidad

He llegado a aceptar el hecho de que ser negro y latino son dos cosas que no pueden coexistir a la par en mi vida, una debe venir antes que la otra. Antes del asesinato de George Floyd, mi identidad estaba fuertemente arraigada al entendimiento de que piel negra era el ancla de mi Latinidad. De alguna manera podía unir estas dos realidades en algo maleable para que la gente me entendiera, cuando realmente no había mucho que entender. Al momento que salgo a la calle, me convierto en un hombre negro en un mundo lleno de sistemas diseñados específicamente para perpetuar y habilitar el trabajo de la supremacía blanca.

¿Cuál es la experiencia latina-negra en los Estados Unidos?

Mi negrura es una verdad que simplemente no puede separarse de mi carácter latino, pero al mismo tiempo mi comunidad latina se rehúsa a reconocer su existencia.

Este fue el cambio de mentalidad que produjo un cambio en mí. Tan pronto como vi a esta sociedad, no como un sistema quebrado, sino como un sistema que opera exactamente como fue diseñado para operar, empecé a abandonar mi preciosa identidad latina y empecé a abrazar mi carácter negro como lo principal. Pero esto no fue una cuestión de elección. Ser negro en los Estados Unidos es vivir en un sistema que busca recordarte cada día del daño que pueden dañar tu cuerpo sin que haya consecuencias para los atacantes.

Eso es lo que me atormentó más cuando vi cómo asesinaron a George Floyd. Aparte de las horrendas imágenes del video, Floyd es parte de un proyecto más amplio, un proyecto construido por miles de historias que no se han visto ni oído, de gente negra que tan solo vive sus sagradas vidas, pero que son dispensables a los ojos de la sociedad. He llegado a entender que por cada George Floyd hay cientos más que no tienen nombre, que no tienen protestas ni justicia. ¿Cómo el que yo sea latino remedia esta realidad? ¿Cómo puedo aferrarme a una identidad que no lucha a mi favor, y que muchas veces permanece callada ante la brutalidad?

Esto es especialmente importante cuando consideramos que algunos de estos asesinatos injustos fueron cometidos por gente latina o castaña (Trayvon MartinPhilando Castileel arresto de Sandra Bland, etc). Incluso nuestros países latinoamericanos son testigos de un número desproporcionado de violencia estatal en contra de sus ciudadanos negros. No puedo mirar a Colombia, mi país de origen, como un refugio contra estos sistemas.

Protest for Black Lives Matter following killing of George Floyd

Mi negrura es una verdad que no puede separarse de mi carácter latino. No obstante, mi comunidad latina se rehúsa a enfrentar su existencia. Es por esta razón que el lema Black Lives Matter es tan importante para mí. A lo largo de la diáspora, la vida de los negros comparte una historia fracturada que nos han dejado en países incapaces de amarnos como nosotros los amamos. Es una relación desequilibrada que nos despoja del sentido real de lo que es un hogar.

¿Cuál es la respuesta a una relación desequilibrada?

A pesar de todo esto, creo que Dios nos llama a desmantelar este sistema racista. Como seguidores de Cristo, no tenemos otra opción que luchar en contra de la supremacía blanca. ¿Pero qué queremos decir con esto? Me parece que antes de llegar a un lugar de reconciliación racial en este país, primero debemos auto-criticarnos hasta llegar a un punto en que podamos reconocer abiertamente nuestros prejuicios y parcialidad. Pero esto tampoco puede llamarse justicia. Reconocer nuestros propios prejuicios es tan sólo el primer paso de muchos otros pasos hacia la reconciliación. Vemos las deficiencias de esto en el ejemplo de Amy Cooper, la cual estaba perfectamente consciente de su posición como mujer blanca para poder usar su blancura como un arma en contra de un hombre blanco con quien no concordaba. En ese momento, su auto-consciencia blanca la llevó a usar su privilegio como arma, sabiendo que cuando llegaran los policías, lo más probable sería que ellos estuvieran a su favor y que sus declaraciones falsas tendrían más peso que las palabras del hombre que ella acusaba. Si no fuera por la evidencia del video, bien podría ser que Amy Cooper hoy estuviese yendo por la calle mostrando una pancarta que diga Black Lives Matter en aparente solidaridad con el movimiento. Tal contradicción no es una anomalía en este ambiente que publicita temas de justicia social que están de moda. Esta es la razón por la que no basta el que los blancos reconozcan sus prejuicios.

Como dijo el Dr. Martin Luther King Jr.: “el más grande obstáculo para la liberación de los negros no es el Concejal de White Citizens o los miembros del Ku Klux Klan sino los blancos moderados que aman más el orden que la justicia; que prefieren más una paz negativa –que es la ausencia de tensión–que una paz positiva –que es la presencia de la justicia”. Esto es lo que debemos buscar como sociedad. Trabajemos por una paz positiva en lugar que el simple reconocimiento miope del racismo. Creo que este es un trabajo que no lo podremos terminar en nuestra generación, pero al cual todos somos llamados a participar.


Andres DeArco reflects on Afro LatinidadAndrés De Arco es un africano-colombiano que siente pasión por buscar plataformas educacionales creativas y de negocios para las comunidades negras y castañas en y fuera de los Estados Unidos. DeArco sirve actualmente como director asistente de la Academia de Liderazgo Juvenil Hispana Metodista Unida (HYLA), y está sacando su maestría en Harvard Divinity School. También es miembro de la IMU Esperanza Viva de la Conferencia Ohio Oeste.

 

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